HISTORIA DE LA UVA EN REPUBLICA DOMINICANA:                                         
El cultivo de la uva en República Dominicana está inseparablemente ligado a las tierras de Bahoruco, y de manera especial al municipio de Neyba.Según algunas versiones, en este territorio la vid comenzó a sembrarse de modo experimental después delsegundo viaje de Cristóbal Colón (1493).



Sin embargo, el cultivo traído de Europa no llegó a tener relevancia hasta 1938, cuando el gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo hizo los primeros esfuerzos para desarrollarlo, con la instalación de una colonia de inmigrantes japoneses.

En esa segunda etapa las autoridades designaron a un especialista llamado José Santos para que se encargara de instruir a los productores de la zona en el correcto cultivo de la fruta, con énfasis en las recién importadas variedades Aramón, Málaga y Cabernet.

Ya en 1957 la dictadura, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), contactó al doctor portugués Manuel Telles Vasconsello, quien se encargó de dirigir estudios sobre la adaptación de nuevas variedades de uva al clima propio del Valle de Neyba.

La popularidad del cultivo de la uva crece a principio de la década del 60, cuando las comunidades de la zona comienzan a plantarla profusamente, con más fines ornamentales y de autoconsumo que comerciales. Las enramadas de la vid, con su denso follaje, resultaron atractivas para los hogares levantados en medio de tierra seca y de altas temperaturas.

Para el año 1967 el cultivo en la provincia Bahoruco presenta avances importantes. Ese año el sector recibe el apoyo técnico de la embajada del estado de Israel, cuyo titular visitó personalmente las plantaciones. En la misma fecha se registran las primeras producciones de vino, mermelada, pasas, jugo, mabí, y otros derivados, bajo el impulso del señor Horacio Vásquez, mejor conocido como Papá Vásquez.

Otro incentivo surgió en 1977, cuando el gobierno de Joaquín Balaguer prohibió la importación de uvas con la finalidad de proteger y respaldar al insipiente sector criollo.

CAIDA Y APRENDIZAJE:

Motivados por la prohibición de las importaciones, y confiados en que podrían levantar una industria vitivinícola en la provincia Bahoruco, los agricultores y agricultoras dedicaron los primeros años de la década de los 90 a sustituir los cultivos de plátano, yuca, limón… por plantaciones de uva.

Como este cambio drástico y acelerado no fue el resultado de un estudio de mercado ni del desarrollo capacidad de distribución el proceso se convirtió en un fracaso.
Luego de esta experiencia llega el Proyecto FIDA III (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola), en el marco del cual se contrata al enólogo y especialista en producción de uva Mariano López Arias, procedente de España. Con López Arias se aplican importantes cambios en las fincas o parcelas de producción,incluyendo el uso de alambre en la construcción de las enramadas, anteriormente montadas sobre estructuras de madera.

Hacia la calidad y la unidad productiva

El sector de la uva y sus derivados experimentó un giro de primera importancia el 16 de enero de 1998, cuando, mediante la Ley 27-98, se creó el Instituto Nacional de la Uva (INUVA), una institución de fomento e investigación descentralizada y con su asiento oficial en el municipio de la Neyba. (Fuente: Cluster de la Uva).

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