Las batallas del mes de marzo, consolidaron la independencia.
No había transcurrido una semana de la expulsión de los representantes de los invasores, cuando el gobierno haitiano encabezado por el presidente Charles Hérard iniciaba los preparativos para intentar dejar sin efecto su sorpresiva derrota.
Advertida de esos aprestos bélicos en Haití, la Junta Central Gubernativa mandó a buscar a los hermanos hateros Pedro y Ramón Santana al Seibo para dirigir las operaciones del Sur, mientras Matías Ramón Mella y Francisco Antonio Salcedo lo harían en Santiago.
Para esos fines, el gobernante haitiano lanzó una proclama-amenaza en la que llamó a los dominicanos a rectificar su actitud “y volver a incorporarse a su patria”, pero al no recibir respuesta, Hérard ordenó a su ejército de más de 30,000 hombres organizar una nueva ocupación.
La orden fue puesta en ejecución por el propio mandatario haitiano el primero de marzo de 1844, encabezando una de las tres columnas formadas, con la que se proponía apoderarse de San Juan de la Maguana y Azua, mientras las otras dos fueron enviadas al Norte y el Cibao con más de 20,000 soldados.
Con la división del ejército haitiano, Hérard pretendía unir la columna del sur con la del norte para atacar a Azua, pero las tropas dominicanas, dirigidas por Fernando Taveras, Vicente Noble, Dionisio Reye y Pedro Santana desarrollándose así el primer combate en la fuente de Rodeo.
Por el norte entraría el general Pierrot con 10,000 hombres con la orden de tomar Santiago y Puerto Plata, en tanto la tercera dirigida por Souffrand, debía entrar por Neiba.
Las tropas del general Souffrand avanzaron hacia Azua, enfrentándose en el Paso de la Hicotea con los dominicanos comandados por Manuel Mora.
Las tropas de Hérard pasaron por Los Jovillos persiguiendo a Luis Álvarez, pero los patriotas dominicanos comandados por el General Lucas Díaz, apostadas en el Paso del Jura, atacaron al ejército haitiano.
Luego de esos enfrentamientos, el presidente Hérard, llega a Azua el 18 de marzo, siendo interceptado al día siguiente por apenas 4,500 combatientes encabezados por el general Pedro Santana, librándose allí la llamada Batalla de Azua o del 19 de Marzo, siendo ésta la primera prueba de fuego en defensa de la naciente República Dominicana.
Un hecho que resultó extraño fue que luego de la victoria en Azua, el general Santana se retiró con sus tropas a la vecina comunidad de Baní.
La medida es justificada por algunos historiadores señalando que la superioridad numérica de los invasores sería de12,000 contra 4,500 combatientes, poniendo en práctica la guerra de guerrilla o el ataque sorpresivo y en ventaja sobrel enemigo.
Para consolidar la victoria de los dominicanos tuvo mucho que ver la desmoralización que se apoderó de la tropa haitiana, al ver cómo fue diezmada la avanzada enviada para apoderarse de Azua como habían hecho entes sin resistencia.
El 30 de marzo
La batalla del 30 de marzo o batalla de Santiago fue la segunda batalla posterior a la Independencia Dominicana, estuvo bajo la responsabilidad de los generales Matías Mella y Francisco Salcedo y José María Imbert, los que lograron derrotar al general haitiano Jean-Louis Pierrot y a sus miles de soldados.
Antes de iniciarse las hostilidades haitianas para ocupar la ciudad de Santiago, los dominicanos buscaron la colaboración económica de muchas personas pudientes de Santo Domingo y otras poblaciones del norte y el Cibao, para comprar armas y otros pertrechos bélicos a los fines enfrentar al poderoso invasores.
Personajes como Ángel Daniel, Juan Luis Bidó, Ramón Bidó y otros dominicanos también se unieron a la causa, pese a que la mayoría de habitantes de Santiago y otras comunidades vecinas las habían abandonado, pero con el estímulo de haber vencido al enemigo en Azua, llegaron refuerzos desde Baní al mando del coronel Ramón Santana.
Así, el general Salcedo inició el avance de sus tropas hasta las demarcaciones conocidas como Talanquera y Escalante, estableciendo su cuartel general en esta última población, pero estableciendo postas cerca de Guayubín y Montecristi, con el propósito de contener el avance militar haitiano hacia Santiago. Las tropas de Pierrot avanzaron rápida y sin mayor resistencia, tomando el control de Dajabón el 23 de marzo.
Acciones destacadas también tuvieron los oficiales Eugenio Pelletier, Ángel Reyes, Ramón Franco Bidó, Gaspar Polanco, José López, Marcos Trinidad, entre otros.
Desde tempranas horas del 30 de marzo, los haitianos atacaron y fueron embestidos por el general Imbert y el comandante Achilles Michel, frente a la sabana de Santiago. Los invasores contraatacaron y una vez más rechazados, ahora por la artillería y fusilería del general Fernando Valerio.
El ejército haitiano lanzó un ataque desesperado y fue vencido con los cañones del fuerte “Dios, Patria y Libertad”, viéndose obligado a retroceder, dándole la victoria al ejército dominicano.
Un dato importante para el triunfo dominicano en esa batalla fue la información ofrecida por el comerciante inglés Teodoro Stanley, quien había viajado a Cabo Haitiano, de que el presidente Hérard había fallecido en uno de los combates de la batalla del 19 de marzo.
Aunque después se demostró que no era cierto, en Santo Domingo se imprimió una hoja dando cuenta de la muerte del mandatario, la que le fue mostrada al general Pierrot en una tregua del combate previo a la batalla final del 30 de marzo de 1844.
Texto : Juan Acosta. Diario Libre
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