Forma parte de la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, por su importancia para la biodiversidad de la región, ubicado a cerca de 200 kilómetros de Santo Domingo.

Cientos de aves hacen de sus aguas y riberas su hábitat, además de ser el más importante refugio para cocodrilos y las iguanas endémicas, en peligro de extinción.


Este es un lago endorreico, lo que quiere decir que la salida de agua es solo por evaporación, aumentando significativamente el nivel del agua hasta alcanzar un máximo histórico en 2013, cerca de 17 metros. El promedio del nivel de la superficie oscila entre los 40 y 50 metros bajo el nivel del mar, otro récord regional para el lago.

Desde entonces el lago ha bajado poco más de dos metros de altura, lo que ha representado un retroceso de varios cientos de metros en algunas zonas del lago.


La aves de aguas someras como los flamencos han vuelto, los cocodrilos encuentran arena para tomar el sol y las iguanas de la isla Cabritos tienen más territorio.

Uno de los puntos de más interés el el municipio de La Descubierta, al norte del lago, donde se pueden observar fácilmente las iguanas rinoceronte, Cyclura cornuta y el cocodrilo americano, Crocodylus acutus, a pocos metros de la caseta de guarda parques del Ministerio de Medio Ambiente.

Desde este punto se puede tomar un bote con guías calificados hasta la isla Cabritos, en un recorrido de siete kilómetros en aproximadamente 20 minutos.

La isla Cabritos es refugio de la críticamente amenazada iguana de Ricord, Cyclura ricordi, entre otras decenas de pequeños reptiles, aves, plantas e insectos.


Este es un corto ejemplo de la vida silvestre en este lago hipersalino.



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