ANÁLISIS SOBRE LA EVOLUCIÓN Y LA ACTUALIDAD DE LA DIVISIÓN TERRITORIAL EN LA ISLA DE SANTO DOMINGO
INSTITUTO PANAMERICANO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
SECCIÓN NACIONAL DE DOMINICANA
XI CONGRESO DOMINICANO DE GEOGRAFÍA
Tema General del
Congreso:
GEOGRAFÍA DE LA ISLA DE SANTO DOMINGO
INTRODUCCIÓN
El territorio de la isla de Santo Domingo ha sido múltiplemente
dividido y subdividido en los ámbitos político y administrativo, desde su ocupación
por parte de los aborígenes, seguido por los largos períodos de colonización
española y francesa, y luego, en las etapas de independencias haitiana y dominicana,
hasta nuestros días.
Se han hecho trabajos que muestran la relación detallada y sistemática
de las demarcaciones territoriales que componen la división política y
administrativa de los territorios de la República Dominicana y de la República
de Haití. Es decir, cuántas y cuáles son las demarcaciones territoriales que
cada país ha tenido en el pasado y posee en la actualidad.
En cada país existen instituciones públicas y privadas que
se encargan de mantener actualizada la relación completa de las demarcaciones
territoriales que lo componen, así como sus nombres y datos demográficos,
económicos y sociales actualizados. Algunas de esas instituciones han realizado
diferentes tipos de talleres sobre esta temática.
Por lo tanto, en esta ocasión nos compete analizar las
características básicas de cada estructura divisional territorial y de los
criterios en los cuales se basaron las diferentes generaciones que gobernaron
esta isla para dividir su territorio en los ámbitos político y administrativo.
Cada forma de gobierno, en su preciso momento, estableció criterios
y normas muy particulares en cuanto a la forma de administración del territorio
de la isla (caso muy especial en la República Dominicana), y trazó en el
terreno las líneas delimitadoras de las principales demarcaciones territoriales,
según su propia conveniencia.
1)
PRIMERA DIVISIÓN TERRITORIAL DE LA
ISLA
Los primeros pobladores de la isla, la dividieron y
organizaron administrativamente en cinco cacicazgos, por todos conocidos, que
eran grandes espacios territoriales gobernados por caciques superiores. Esos cacicazgos,
a su vez, se subdividían en demarcaciones territoriales menores llamadas nitainatos,
los cuales eran gobernados por nitaínos o caciques de menor jerarquía,
subalternos de los caciques superiores.
Los cacicazgos estaban organizados bajo una jerarquía
social, y no tenían la connotación política y militar que tuvieron las
posteriores demarcaciones territoriales, y las que existen actualmente en ambos
países. En el aspecto administrativo, los cacicazgos eran independientes uno de
otro, y ningún cacique era jerárquicamente superior a los demás. Por lo tanto,
la isla no tenía una capital política o administrativa como existe en los
actuales países.
Mapa de los cacicazgos
Es importante señalar que nuestros antecesores aborígenes identificaron muy bien los límites geográficos de cada cacicazgo y nitainato,
utilizando elementos naturales como ríos, firmes de montañas, valles y
llanuras. Criterio que fue considerado tan correcto que con el tiempo se convirtió
en la base de la división territorial dominicana.
Muchas de las actuales ciudades y
comunidades dominicanas poseen nombres de origen taíno, y su territorio base
comprende el espacio que ocupaba el antiguo nitainato del cual deriva su nombre.
Este es un importante legado que hemos heredado de nuestros
antepasados aborígenes.
2)
DIVISIÓN TERRITORIAL EN LA ERA
COLONIAL
A partir del año 1493, luego de la conquista absoluta de la
Isla, los españoles iniciaron un proceso de pacificación y control del
territorio, creando villas y ciudades de corte europeo de la época. Al mismo
tiempo establecieron su propia estructura de administración territorial, sustituyendo
la de los aborígenes.
Los españoles implementaron la misma estructura divisional
territorial que tenían en España, otorgándole a la isla la categoría de virreinato,
y luego, de provincia, dividida en dos alcaldías
mayores, que se limitaban por el río Artibonito, la cordillera Central,
la sierra de Yamasá y la sierra Oriental, siguiendo las mismas líneas
divisorias empleadas por los aborígenes.
Pero, estas demarcaciones territoriales, a diferencia de la
que poseían los aborígenes, tenían una fuerte connotación política y militar,
como se verificó cuando se produjeron las devastaciones de Osorio entre los
años 1605 a 1606.
Es de todos sabido, que estas devastaciones crearon las bases
de una futura división política y administrativa de la Isla, que trajeron como
consecuencia, la fundación, en primer lugar, de dos colonias y, posteriormente,
de dos países independientes.
El fuerte control político-militar que ejercían las
autoridades gubernamentales de la isla de Santo Domingo sobre sus habitantes, y
fundamentalmente sobre los pobladores de las porciones norte y oeste, provocó
un acelerado proceso de despoblamiento de la isla, ya que muchos de sus
habitantes prefirieron emigrar hacia otras tierras coloniales que España poseía
en América. Esto contribuyó para que la estructura divisional del territorio
insular no experimentara cambios significativos durante muchos años.
Mientras tanto, grupos de piratas, bucaneros y filibusteros
comenzaron a incursionar al interior de la parte occidental despoblada de la
isla, allanando el camino a los franceses para su ocupación final, oficializada
por la firma del tratado de Ryswick,
entre españoles y franceses, en 1697.
Posteriormente, en 1777, los españoles y franceses firmaron
el tratado de Aranjuez, sobre límites
fronterizos entre ambas colonias, lo que sirvió de base para la firma del
tratado fronterizo entre Dominicana y Haití, muchos años después, en 1929.
División territorial de la colonia francesa y española en
la isla
El reconocimiento de la ocupación francesa de la parte occidental
de la isla obligó a los españoles repoblar la porción oriental para detener las
nuevas incursiones de los franceses. Esto trajo como consecuencia una
revitalización de la estructura divisional del territorio de la parte española
de la isla que fue dividida en cinco partidos, los cuales a su vez se
subdividían en parroquias.
Esos partidos y sus parroquias tenían una función
básicamente político-militar, convertidos en fortalezas militares cuyo objetivo
era impedir la penetración de los franceses hacia la parte española de la isla.
Por su parte, los franceses establecieron en Saint
Domingue, como le llamaron a la parte oeste de la isla, un sistema de división
territorial compuesto por départements (departamentos), arrondissements
(distritos o cantones) y communes (comunes o municipios), que sirvió de base a
la estructura divisional que posee la República de Haití, en los actuales
momentos.
Con esta estructura divisional del territorio de Saint
Domingue, los franceses instauraron el más poderoso sistema esclavista de
plantaciones a gran escala jamás conocido en la historia de la humanidad, que
convirtió a esta colonia francesa en la más productiva en materia agrícola del
continente americano, pero a costa del gran sacrificio que tuvieron que
soportar los esclavos africanos y sus descendientes.
En 1801, y basado en el tratado de Basilea de 1795,
mediante el cual España le cedió a Francia toda la isla de Santo Domingo, Toussaint
Louverture ocupó la parte española en nombre de Francia, y dictaminó que ésta también
se dividiera en departamentos, distritos y parroquias.
Como era lógico suponer, esa estructura divisional impuesta
por Louverture no fue del agrado de los habitantes de la porción española de la
isla, por considerarla abusiva e irrespetuosa a su dignidad.
Por esas y otras razones, las autoridades españolas, luego de
recuperar el control del territorio de la porción oriental de la isla, vuelven
a instaurar la estructura divisional en partidos y parroquias, que existían
antes de la invasión del libertador haitiano.
3)
DIVISIÓN TERRITORIAL DURANTE LA
OCUPACIÓN HAITIANA
A partir de 1804, los antiguos esclavos de la colonia
francesa de Saint Domingue, proclamados como República de Haití, tomaron la
inmediata decisión de eliminar para siempre todos aquellos elementos que
simbolizaran y recordaran la opresión rampante y el maltrato a gran escala que
sufrieron durante muchos años. Una de esas primeras medidas fue la eliminación
definitiva de las grandes plantaciones agrícolas.
En ese sentido, y en el ámbito de la división territorial, los
haitianos establecieron una nueva unidad espacial que llamaron sección agrícola
o rural. Esta nueva demarcación territorial se originó a partir del fraccionamiento
en múltiples porciones de las antiguas tierras agrícolas latifundistas o
grandes plantaciones, y cuyo objetivo fundamental fue su repartición entre la población.
Durante el tiempo que duró la ocupación haitiana -1822 a
1844-, nuevamente el territorio de la porción oriental de la isla se dividió en
departamentos, con la novedad, en esta ocasión, del uso de las comunes como
subdivisiones de esos departamentos, y de las secciones agrícolas o rurales
como subdivisiones de las comunes.
La implementación de las secciones agrícolas o rurales en
el territorio dominicano, tuvo la finalidad de reducir o eliminar los
latifundios, que aun existían en esta parte de la isla, y que estaban bajo
control de grandes terratenientes, entre los cuales se incluía la Iglesia Católica.
Así, la isla de Santo Domingo, entre 1822 y 1844, se
dividió en seis departamentos -cuatro en la parte haitiana y dos en la parte
dominicana-, que en ciertos momentos sufrieron variaciones en sus tamaños y
límites geográficos. Los departamentos se dividían en cantones o distritos, que
a su vez se subdividían en comunes, y éstas en secciones rurales.
Un aspecto a destacar es que todas las comunidades
dominicanas situadas al oeste de los ríos Yaque del Sur y Guayubín fueron
anexadas a algunos departamentos haitianos.
División política durante la ocupación haitiana
4)
DIVISIÓN TERRITORIAL A PARTIR DE
1844
Ese esquema divisional fue rápidamente desintegrado cuando se
fundó la República Dominicana en 1844. A partir de ese momento histórico, cada país,
de manera individual y paralela, desarrolló su propia estructura divisional
territorial.
En 1844, la división territorial oficial de la República de
Haití era de 4 départements, 13 arrondissements, y 59 communes, subdivididos en
varias sections communales.
Por su parte, el nuevo estado dominicano restauró la
antigua división territorial de cinco partidos que la primera constitución del
país convirtió en provincias, y en las cuales se reintegraron las comunidades
dominicanas que fueron anexadas irregularmente a varios departamentos
haitianos.
En ese sentido, en 1844, la primera división territorial
oficial de la República Dominicana se estructuraba en 5 provincias, 27 comunes,
4 puestos militares, y varias secciones rurales.
En lo adelante, la división territorial dominicana comenzó
a sufrir cambios acelerados y desacertados, tanto en su estructura como en la
cantidad de unidades territoriales.
Los cambios más radicales ocurrieron durante el período de
la anexión a España -1861 a 1865-, en el cual la estructura divisional del
territorio dominicano fue totalmente sustituida por una de corte estrictamente
militar y dictatorial, y que sirviera de instrumento de poder militar y de
control político de la población.
Luego de superado el breve período de la anexión a España,
el gobierno de la restaurada República ratificó la estructura divisional y las
demarcaciones territoriales que existían en el país antes de la anexión, agregando
una nueva demarcación llamada distrito marítimo, que era equivalente a la
provincia.
La mayoría de los gobernantes que ha tenido la República
Dominicana en toda su historia, utilizaron las demarcaciones territoriales como
instrumentos de poder y de control político y militar de la población. Por
ejemplo, en la Era de Trujillo las autoridades de las comunidades locales
(síndicos y alcaldes pedáneos) eran agentes de espionaje del gobierno, que le daban
seguimiento al comportamiento de los habitantes de cada comunidad.
En los 31 años que permaneció Rafael Leonidas Trujillo en
el poder se crearon 15 provincias (más que en cualquier otro lapso de tiempo de
la historia dominicana), acompañadas de una gran cantidad de comunes o
municipios, y de distritos municipales.
Fue en esa época que se crearon todas las provincias
fronterizas, porque Trujillo pensaba que de esa manera podría dominicanizar la
frontera y evitar una posible invasión haitiana.
Luego de la muerte de Trujillo, las elevaciones de
categoría territorial han seguido el mismo ritmo, aunque fundamentalmente a
nivel de municipios y distritos municipales.
5)
DIVISIÓN TERRITORIAL EN LA
ACTUALIDAD
Actualmente, el territorio haitiano está dividido en 10
départements, 42 arrondissements, 140 communes, y 812 sections communales.
Mapa de departamentos de Haití
Se puede apreciar que en Haití hay un notable incremento en
la cantidad de demarcaciones territoriales, desde su fundación hasta la fecha
actual. Sin embargo, contrario a como ocurre en Dominicana, la diferencia no es
tan considerable si se toma en cuenta el elevado crecimiento de la población en
Haití en sus 209 años de fundación.
Hay que destacar que los haitianos han mantenido una
estructura divisional estable, siendo prácticamente la misma en toda su
historia. No crearon ni desintegraron tantas demarcaciones territoriales, como
se ha hecho con el territorio de la República Dominicana.
Además, en Haití, la división territorial, como instrumento
de control político y militar, nunca alcanzó los niveles, que bajo ciertos
gobiernos dictatoriales, tuvo en Dominicana.
En los 169 años transcurridos desde su fundación, la
República Dominicana, ha visto implementar sobre su territorio 16 tipos de
demarcaciones territoriales (partidos, departamentos, provincias, distritos
marítimos, cantones, comunes, puestos cantonales, puestos militares, secciones
rurales, parajes, gobiernos políticos-militares, tenencias de gobierno,
comandancias de armas, distritos municipales, municipios y regiones), algunas
ambiguas y otras con semejanzas entre sí.
La falta de una educación apropiada, en materia de división
territorial, de las distintas autoridades que gobernaron el país durante todo
este período de tiempo, hizo posible que se produjeran esas continuas
modificaciones territoriales.
Así, la división territorial de la República Dominicana
creció de manera exorbitante entre 1844 y 2013, de 5 a 32 provincias
(incluyendo el Distrito Nacional), de 27 a 155 comunes o municipios, de 4 a 231
puestos militares o distritos municipales, y de unas cuantas secciones rurales
a las aproximadas 1,300 de la actualidad.
Mapa de regiones y provincias de la República Dominicana
Es cierto que la población dominicana se ha multiplicado
varias veces durante los 169 años que han transcurrido desde entonces, pero eso
no justifica los excesivos cambios continuos en la estructura divisional del
territorio dominicano ni la existencia de tantas demarcaciones territoriales
hoy día.
Todo esto ha ocurrido porque la generalidad de la población
no sabe lo que es una provincia, un municipio, un distrito municipal o una
sección rural. La inmensa mayoría de la población confunde los términos de las
demarcaciones territoriales (por ejemplo, municipio con distrito municipal);
desconoce realmente la función de las autoridades de cada una de ellas, y el
título del cargo de los funcionarios municipales. A las autoridades de los
distritos municipales la mayoría de los ciudadanos les llaman síndicos o
alcaldes -según la nueva constitución- y regidores, cuando en realidad no lo
son.
La falta de un programa educativo en materia de división
territorial en la escuela dominicana ha permitido, desde la fundación de la República,
que proliferen tantas demarcaciones territoriales, sin que esto signifique
progreso sustancial a las comunidades que solicitan elevación en su categoría
político-territorial.
El tiempo ha demostrado que las comunidades dominicanas no
resuelven sus necesidades perentorias con una simple elevación de categoría
territorial, pues casi siempre han necesitado del auxilio de las autoridades gubernamentales
para solucionar problemas que las autoridades locales no pueden.
Por el contrario, el fraccionamiento continuo del
territorio en el ámbito político-administrativo, crea obstáculos y dificultades
en la administración eficiente de los recursos del país. No podemos seguir elevando
de categoría más demarcaciones territoriales para satisfacer apetencias
personales y el clientelismo político (creación de “puestos de trabajo”
innecesarios e infuncionales), en detrimento de la economía del país.
PROPUESTAS
Entonces, y en virtud de todo lo que hemos tratado en esta
ponencia, proponemos, que en lugar de seguir fraccionando el territorio
dominicano, los congresistas y los entendidos en la materia, elaboremos en
conjunto una nueva y moderna ley sobre división territorial, que sustituya la
ya obsoleta ley # 5220 de 1959, y en la cual:
1) Se establezca que la división
territorial dominicana, en el ámbito político, solo se estructure en
provincias, municipios, secciones rurales y comunidades barriales;
2) Se definan con claridad y sentido
lógico los conceptos de provincia, municipio, sección rural y comunidad
barrial;
3) Se elimine de la división
territorial dominicana la categoría de distrito municipal por ser una demarcación
ambigua, y se conviertan a municipios los actuales distritos municipales que
cumplan con la definición conceptual de municipio, y se reduzcan a la categoría
de sección rural los que no cumplan;
4) Se elimine de la división
territorial dominicana la categoría de paraje por ser también una demarcación
ambigua y por caer en desuso práctico en los últimos años, y se conviertan en
secciones rurales a los actuales parajes que cumplan los requisitos mínimos;
5) Se congele, por los próximos diez
años, la elevación de categoría y la creación de nuevas demarcaciones
territoriales.
Asimismo, también proponemos que el Ministerio de Educación
fortalezca las clases de Geografía, del currículo escolar dominicano, en los
temas específicos sobre división territorial de la República Dominicana, y que
en asociación con otros organismos del Estado Dominicano (Escuela de Geografía
de la UASD, Congreso Nacional, Oficina Nacional de Estadística, Junta Central
Electoral, Liga Municipal Dominicana, etc.), realice talleres y encuentros con
la población de todas las comunidades del país, para edificar a sus habitantes
con relación a esta importante temática.
A nuestros colegas haitianos les hacemos estas mismas
propuestas, para que las promuevan y apliquen en Haití, si las consideran
viables.
¡Muchas gracias!
Atte. Ignacio Aybar.
NOTA: a las terribles incongruencias de la
división política del país se une la división administrativa, formada por 10
regiones, la que convirtió las subregiones en regiones. Pero lo peor es que
cada organismo del Estado (Ministerios de Obras Públicas, agricultura, salud
pública, educación, etc.) cuenta con su propia región de planificación, creando
un verdadero caos nacional, ya que cuando se quiere hacer coincidir las
estadísticas no es posible por las diferenciaciones territoriales,
convirtiéndose esta medida en una causa del subdesarrollo del país (Bolívar
Troncoso Morales).
3 Comentarios
Gracias, ahora podré graduarme :')
ResponderEliminarPd: me gusta tublog, sigue publicando esta clase de información, me es de gran ayuda en este sistema sin libros >:'v/
Que buen material
EliminarPor qué subrayan las letras? Es incómodo de leer así
ResponderEliminarFuera de eso, la información me sirvió bastante, gracias