Santo Domingo, República Dominicana.
28 de julio 2018.
Autor: Anónimo.

El 5 de Agosto de 2012, en las Olimpiadas de Londres, una dominicana que había sorprendido al mundo, salía con "el rostro entre sus manos, desencajado y al borde del llanto", negándose a contestar a la gran multitud de periodistas que le esperaban. Empuñaba su bandera, mirando el podio.



El fotógrafo Quinn Roney, de Europa Press, con lente de extralargo alcance, le tomó la foto que rodeó el mundo. La joven no tuvo el apoyo que necesitó para competir en igualdad, sin embargo, había realizado oficialmente el "triple salto mortal" desde el caballo, el más difícil aún entre los hombres, que ninguna mujer había siquiera intentado en la historia del deporte, una apuesta exitosa de todo o nada, para clasificar y llegar a la gran prueba entre las mejores cuatro del Universo.

Pero en el primer intento de la final, su realidad la llamó y resbaló, cayendo sentada en el suelo y viendo escapar el oro para su Patria entre sus dedos.

Fue también la única latinoamericana que clasificara.

Ayer, seis años después, levantó su puño al cielo mientras el Himno Nacional dominicano sonaba en todos los satélites del mundo. República Dominicana lograba la primera medalla de oro en Gimnasia de su historia, en sus propias manos. Su "triple salto mortal" fue demasiado para unos emocionados jueces que se pusieron de pie mientras ella escribía la Historia.

Yamilet Peña lo había logrado. Felicidades. Nunca te rindas.

#Venceremos

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